sábado, 8 de mayo de 2010

Se vende 'Bota de Oro'


La crisis nos llega a todos. Incluso a los ‘Bota de Oro’. Hay diferentes formas de combatirla pero llama la atención la que va a llevar a cabo mi mote (mi abuelo me llamaba así) e ídolo infantil Oleg Salenko. “Tenía pequeños negocios, pero todo ha caído debido a la crisis, así que tengo que pagar alguna deudas. No estoy arruinado ni nada parecido como para tener que vender todas mis cosas, pero la oferta es difícil de rechazar" afirmó ayer el ruso al ser preguntado por la posibilidad de vender su trofeo que le acredita como máximo goleador del mundial de USA 94 a unos jeques provenientes de los Emiratos.

“Los jeques me ofrecen por el trofeo de máximo goleador medio millón de dólares” cuenta como excusa comprensible. Oleg consiguió ese premio al anotar seis goles en aquel Mundial que acudió gracias a su gran temporada en nuestro Logroñés, donde marcó 16 goles en 31 partidos. El galardón lo tuvo que compartir con Hristo Stoitchkov.

Lo curioso de aquella cita fue que se convirtió en el único jugador de la historia que ha marcado cinco tantos en un solo partido durante un Mundial. Los hizo todos en menos de una hora en un poco emocionante Rusia 6-1 Camerún de la primera fase.
Aquellos goles no sirvieron de nada, ya que Rusia había perdido los dos primeros partidos de esa Copa Mundial ante Brasil (2-0) y Suecia (3-1). El delantero, que después de ese verano abandonaría Logroño para recalar en Valencia, jugó aquel partido el 28 de junio de 1994 en el estadio de Stanford en Palo Alto (California) porque el delantero titular, Yuran, se había peleado con el seleccionador ruso.

El otro día pude leer en Marca que siempre se había comentado que el uruguayo Juan Alberto Schiaffino también había marcado cinco goles en un partido, concretamente a Bolivia en el Mundial de Brasil´50, pero cuando los periodistas uruguayos fueron a entrevistar a Schiaffino para saber que sentía cuando Salenko le había igualado su supuesto récord, Schiaffino lo aclaró todo: “¿De que récord me habla? Todos saben que yo hice solamente dos goles ese partido. Los otros me los están regalando y sería una falta de respeto para los compañeros que los convirtieron que me los adjudique yo”, confesó.

Por lo tanto Salenko, santo y seña del malogrado Club Deportivo Logroñés, conservará ese record pero la crisis puede que le haga desprenderse del trofeo dorado cuyo valor sentimental quizá sea superior a ese medio millón de euros que le ofrecen los árabes. Ya saben, estamos en crisis.

viernes, 7 de mayo de 2010

D.Agustín Abadía


"Entiendo que soy difícil de olvidar por mi fisionomía. Era calvo, con bigote y con una peculiar manera de correr.. Pero, en realidad, como jugador, no soy recordado por nada más"

Esta es una de las frases que escuché del inolvidable Tato Abadía.
Se puede leer el perfil entero que salió publicado en la revista nacional Mediapunta esta jornada, o en su web: http://www.mediapunta.es/reportajes.php?id=1794

Y una entrevista sobre su visión sobre el fútbol riojano en Rioja2.com

domingo, 2 de mayo de 2010

Amarga despedida

Fuente foto:rioja2.com

Se esperaba una apacible despedida primaveral. Una tarde íntegra de fútbol, con pipas, goles y emociones. Pero la apatía con la que salió al campo la Unión Deportiva Logroñés y, probablemente, las urgencias clasificatorias del Espanyol, acabaron por encapotar y enturbiar el ambiente en Las Gaunas.

A los trece minutos de la primera parte se confirmó el primer varapalo para los poco más de mil aficionados que acudieron a 'despedir' al equipo. El gol, lejos de causar una reacción en los blanquirrojos provocó desánimo existencial y un profundo bloqueo en las ideas. Mientras tanto el Espanyol seguía a lo suyo: trenzando pases y planeando ataques. Fruto de ese trabajo llegó el segundo y tercer gol catalán. Llegados a este punto la afición decidió subir el volumen del transistor que le conectaba con Alemania, esperando que de allí llegasen mejores noticias. Otros optaron por probar su silbido y descargar sus problemas contra una plantilla que no daba la talla en el césped. El resultado de 0-3 al descanso lo reflejaba todo.

La segunda mitad no significó una gran revolución. Visnjic retiró del terreno de juego a José Izquierdo y Aitor Monroy, lo que se puede entender como una reprimenda por las equivocaciones que cometieron en los primeros dos goles 'periquitos'. La afición, volvió a silbar. El cuarto gol de los blanquiazules, un golazo de Juanjo, convirtió en bochornosa cualquier acción restante de aquel partido.

Partido malo, quizá horrible. No se imagina peor despedida. Los errores fueron constantes aunque lo que puede llevar a la desazón no son los fallos si no la actitud en general. El desorden, la desidia. Con este resultado el sueño de la Copa del Rey queda en eso, un sueño. Se plantea un futuro incierto en el que el míster tendrá tiempo por delante para configurar un plantel que de la cara la próxima temporada. Pero el sabor que queda, al menos en el final de esta temporada, es amargo.