El otro día me preguntó mi amigo Carlos (@Laste10 en términos 2.0), sobre el futuro de la cantera de la Unión Deportiva Logroñés. La pregunta la entiendo no sólo como el interés por el futuro de los jóvenes riojanos en general, sino como el del propio equipo en particular. Lo opino desde la certeza que me dice que el devenir del club irá ligado al rumbo que tome su cantera. Algo así parece reflejar sus estatutos. O deberían.
El guión ha cambiado sensiblemente en un año. La U.D.L nació como una absorción del Varea, pero el cambio de rol de Ángel Aguado (tan criticado por el sector conservador blanquirrojo) no hace más que mostrar el distanciamiento total de ambas entidades. Este gesto reducirá sensiblemente el número de equipos base de la Unión, pero esa resta puede ser un plus de calidad en los equipos que 'sobrevivan'. En la actualidad, el panorama refleja un primer equipo en 2ªB (con pretensiones de ascenso a la Liga Adelante y en el que 1/3 deberá ser riojano), un filial en Tercera División (ascendió al golear al Ciudad de Alfaro por 3-0 el sábado pasado), el juvenil en División de Honor (al que he tenido la oportunidad de ver varios partidos como el que jugó en Pamplona y del que pienso que varios de sus jugadores no tardarán en subir al primer equipo), el de Liga Nacional y un cadete (se quedan con estos últimos equipos ya que, si se cambiaba el nombre, perdía la categoría).
El esqueleto es sólido, tampoco se necesitan grandes retoques estructurales, lo importante deberá ser potenciar estos equipos y reclutar lo mejor de la tierra en sus plantillas para que esta base tenga visos de futuro. Y todo ello pasa por la mentalización. La idea de club como referencia. Los chicos de La Rioja tienen que identificarse con el equipo, con su ideología, soñar con debutar en Las Gaunas con el plantel de su ciudad. Y como ya adelelantó un sabio de la cantera riojana y seleccionador alevín, Agustín 'el Tato' Abadía en una entrevista en Rioja2.com, la Unión debe brindarles esa posibilidad.
La clave de todo este proceso puede estar en la idea que esbozó hace unas semanas el presidente Félix Revuelta, ésta pasa por habilitar la vieja residencia de la Colonia de Albelda, que tanto uso dio el Club Deportivo Logroñés en la década de los 90. En aquel chalé se reclutaría a los mejores jugadores de La Rioja y de las cercanías para que mamasen la filosofía del club desde pequeños y se formasen con el blanco y rojo como leitmotiv. Félix y sus compañeros de trabajo ya han dado los primeros pasos y han pedido presupuesto para su renovación y acondicionamiento.
Si este proceso se lleva a cabo los resultados no tardarán en llegar, quizá el primer esfuerzo económico sea algo grande, pero parece claro que es toda una inversión (al menos a medio plazo). El trabajo de cantera demuestra que las inversiones se convierten en ahorro con el paso del tiempo, que se lo digan a equipos como el Barça o el Villareal hablando de 'grandes' o a otros como el Athletic, Sporting, incluso Real Sociedad, equipos con menos recursos para pelear en el mercado. Es en estos clubes donde ese trabajo resulta de mayor importancia.
"Yo soy más de crear balones de Oro que de comprarlos", me decía hace un par de días mi amigo Miguel (@cerme1988) haciéndose suya una frase que recitó un presidente de fútbol. Miguel la usaba para otro tipo de cantera, esa en la que cambian el balón por el bolso como instrumento de trabajo. Pero el símil no se escapa de la realidad y redondea la importancia de cuidar las futuras generaciones para conseguir los objetivos, ya sean balompédicos o matrimoniales. La cantera es una de las vías de éxito. Y en nuestro caso parece la más sensata.
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