¿Mentiras?

Tras la calma llegó la tempestad. Así fluye todo en el seno de esta institución. Al revés. Existen dos lecturas. Una reza que Javier Sánchez está a punto de dar un giro de 360º a la política del club. Asegura que en las proximas 48 horas se hará con la totalidad del accionariado, todavía en posesión del "querido" ex-ciclista. Al cual promete compensarle cuando el club milite, al menos, en Segunda División. (Já)

También firma que ha mantenido contactos con Hacienda y Seguridad Social, que sólo hace falta estampar la firma. Y que luego llegarán las subvenciones y los sponsors. Pero el aficionado blanquirrojo tiene la sensación de haber visto ya esta película. Quiere hechos, firmas, documentos, papeles. No acepta palabras. Y mucho menos, rumores.

La otra lectura no es tan positiva, de hecho se ajusta mucho más a la vivida en las últimas épocas. Han sido varias las voces que han salido diciendo que sus cuentas corrientes no han tenido movimiento en el último mes. Que los ahorros se acaban y que las urgencias llegan, y más en época de crisis, o desaceleración económica, según se prefiera.

El actual gestor, lo niega, dice que está todo pagado. Qué sólo hay errores de concepto, que un jugador que ha llegado un mes más tarde, no va a cobrar lo mismo que uno que llegó a principios de temporada. Hasta ahí el rifi-rafe. Pero parece que alguien miente, o que la información no es del todo transparente. Dícen que los niños y los borrachos son los únicos que siempre dicen la verdad. Pero yo no las tengo todas conmigo. Los niños siempre juran haberse comido el puré, cuando lo han escondido sutilmente en el cuenco del gato o mascota de turno. También tiran del típico "yo no he sido" con voz y carita de ángel, cuando aparece el jarrón de cerámica de la abuela hecho añicos en la alfombra del salón.

No sé si fiarme, no sé quien miente. Quizá todos dicen la verdad, a su manera. Por que pensándolo bien, los borrachos también meten trolas. No sé que grado de amistad tiene Sánchez con el cubalibre, pero espero que no vaya ligado a su fiabilidad para con la verdad. Ya que los amigos de la barra fija, no se ajustan siempre a la realidad. "Mamá me debieron echar algo en la copa" es un recurso muy usado para los jóvenes que llegan derrapando hacia sus casas. O que se lo digan a mi amigo "P" que un sábado noche se pensó haber conquistado a la Patricia Conde de la cuidad y el lunes se llevó una sorpresa en la Facultad ya que, a lo mucho, era la amiga rellenita de Chewacca.

Mejor tomárselo a risa, para no revivir lo del año pasado. Será mejor esperar, y contrastar acontecimientos. Para entonces sí, tomar cartas en el asunto.