lunes, 26 de enero de 2009

Impresiones de Sarabia


Manu Sarabia se sincera en El Correo sobre lo acontecido a nuestro CDL.


Siempre había pensado que mi vida futbolística se desarrollaría de principio a fin en Bilbao, pero cuando con 31 años se acabó mi etapa como jugador del Athletic, me tuve que plantear dónde ir. De las ofertas que me llegaron, elegí el C.D. Logroñés porque era el equipo que más cerca quedaba de Bilbao, porque lo entrenaba Jabo Irureta, que había sido compañero mío y demostró mucho interés por llevarme, y, además, porque el C.D. Logroñés era un club que caía simpático. Fui para dos años y, al final, me quedé tres temporadas. La tercera, prácticamente, me vi obligado a seguir: nuestra campaña había sido tan excepcional que todo el mundo me decía que tenía que quedarme un año más.
De mi etapa vivida en Logroño, en el plano personal, siempre he dicho que estoy enormemente agradecido por el calor, el cariño y el trato que recibí de Logroño y de toda La Rioja. Tuve la suerte de conocer a grandes personas, dentro y fuera del equipo, con las que hice una gran amistad. Personas que me ayudaron muchísimo para poder adaptarme a una situación nueva e inesperada para mí: solo, en otra ciudad, lejos de mi familia y mi casa. La amistad, en algunos casos, se ha ido apagando con el tiempo y la distancia. En otros, no sólo se mantiene, sino que ha aumentado.
En el plano profesional, tengo recuerdos maravillosos. Pude cumplir los dos objetivos que me fijé al llegar: demostrar que en mi cabeza y en mis botas todavía había mucho que ofrecer y volver a disfrutar con lo que ha sido, es y será mi pasión: el fútbol. Y puedo afirmar que dentro de mi carrera como futbolista fueron unos años inolvidables y muy bonitos. El ambiente era fantástico. La afición estaba orgullosa de su equipo porque corría, peleaba y, además, jugaba al fútbol de maravilla (¡Nos quedamos a dos puntos de jugar la UEFA!). Las bandas de música y las charangas se encargaban de amenizar los momentos previos, dentro y fuera del campo. Y, durante el partido, con su ánimo y el de la afición, corríamos más y jugábamos mejor.
Tengo constancia de que la excepcional afición del viejo y añorado 'Las Gaunas' me ha hecho un huequito en su corazón y su historia junto a sus grandes ídolos: Lasala, Amantegui, Belaza, Lotina, Pedro, Abadía, Setién... Y me siento enormemente orgulloso de formar parte de la historia del C.D. Logroñés.
A lo largo de estos últimos años estoy viviendo con perplejidad y tristeza lo que sucede con el club y cómo se va descomponiendo. Cómo los jugadores pasan penalidades con engaños, impagos y encierros. Y no me puedo explicar cómo se ha podido llegar a la situación actual: ¡Quién ha permitido o ha querido que se llegara a esta situación!
¿Dónde está el entusiasmo y la energía de esa gran afición? ¿Dónde, el orgullo de una Comunidad y de una ciudad que alardeaba, y con razón, de estar compitiendo con los mejores? ¿Quién se ha cargado todo eso?
Por todo ello, me resisto a aceptar que el esfuerzo de tanta gente: aficionados, dirigentes, empleados del club, utilleros, cuidadores del campo, masajistas, fisios, médicos, preparadores físicos, entrenadores y jugadores, a lo largo de 70 años, vaya a perderse. Y como dice el himno: ¡Aúpa, aúpa Logroñes! ... ¡Aúpa! Querer es poder.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Aupa Sarabia! Es muy bonito qe esteis saliendo los grandes de las mejores epocas para recordar lo qe de verdad es el Logroñés: un club historico de la liga española, con grandes nombres en su historia y qe deberia competir con los mejores.

Anónimo dijo...

Sarabia era mi ídolo ya en el Athletic, pero cuando ficho por el Logroñes, aquello ya fue el no va más, y encima con el fuera clase de Setien. Que tiempos. Nada de refundar el Logroñes, dejad ue el tiempo alimente más la leyenda, pero no intenteis repetir el CD Logroñes xq es imposible y mancillaréis su historia.