Logroñ-end

Se acabó. Parecía cercano este momento, pero a la vez lejano, imposible. Pero llegó. Y en realidad a nadie le pilló por sorpresa. La semana había sido agitada, como la mayoría de las anteriores. El domingo transcurría con rumores de todo tipo. Se sabía la inexistencia de liquidez, pero se confiaba en un "milagro" en el último suspiro, como tantas otras veces. Como siempre. Los jugadores, cuerpo técnico, directivos del Balsamaiso, periodistas y aficionados se congregaron entorno al Municipal una hora antes del choque que enfrentaría al club con el Tedeón en Navarrete. Se esperaban soluciones de última hora. Un maletín con billetes. Pero nada. Mientras tanto los jugadores rivales y decenas de aficionados esperaban expectantes en el San Miguel. Llegó la hora. Y los jugadores del Logroñés decidieron leer un comunicado argumentando su decisión. Tampoco explicaron nada fuera de lo común. Sólo la realidad que era por todos conocida. Nada de acusaciones incendiarias. Al menos por el momento.

Las consecuencias según la normativa son claras. Expulsión de Tercera. Descenso de categoría (cuarto en ocho años por motivos extradeportivos ), e imposibilidad de ascender al menos en la próxima temporada. Pero parece que no será así. La lógica indica que el Logroñés dejará de existir como tal. El histórico con 69 años de vida dirá adiós a su andadura. Sin que nadie lo evite.

La verdad es que en este momento no puedo explicar lo que se siente. Es un palo muy duro, que costará asimilar. Se veía venir, pero no es lo mismo a que ocurra de verdad. Parecía que nuestro equipo le había cogido el gustillo a eso de realizar equilibrios en la cuerda que divide la tierra y el abismo. Era un experto en situaciones insostenibles, parecía coquetear con la muerte para luego hacerle un guiño de complicidad y seguir jugando. Jugando a su manera, como a él más le gustaba; al limite. Pero esa cuerda se tensó demasiado y ahora intimamos con el chico que viste de negro y usa una guadaña para sus fechorías. Parece que nuestro patrocinador para lo que resta de temporada no será Yingu Solar ni el calor y energía procecedentes de las placas solares del amigo, ni el super-concierto internacional de verano. Me duele pero será pastrana.

Hoy ha sido un día de despedidas, de sollozos, de lágrimas. Pero aunque no parezca real, la verdad es que también hay gente que está contenta de lo acontecido. Y mucho. Y eso es lo que más me enerva. Duele. Y duele por qué te das cuenta de que la gente ha usado y utilizado al Logroñés. Se ha olvidado lo que todo este club ha dado a la cuidad. Incluso dinero. Y lo poco que ha recibido. Por no decir nada. Una injusticia. De las miles que se cebaron con esta institución.

Políticos, empresarios, mentirosos, acaparadores. Todos se aprovecharon del Logroñés. Ahora saldrán hablando de su logroñesismo de toda la vida. Que vaya pena. Pobre Logroñés. Mientras preparan un nuevo proyecto con el que intentar sacar una fortuna. Así es la vida. El dinero lo es todo. Al menos para ellos. Elemento que el Logroñés nunca tuvo, y tantos disgustos le dio.

Pero en esta noche el asunto no da para más. Demasiado enfado e impotencia contenida. También, y sobretodo, tristeza. Ahora nos tocará escuchar palabrerías del calvo de los coches.
Más larvas que echar al cadáver. Al que ni siquiera dejarán descansar en paz una vez perecido. Todos sabemos desde pequeños que hay que respetar a los muertos.
Ya veremos si se cumple.

Gracias por todo Logroñés. Descanse en paz.

Acontinuación la rueda de prensa de la tarde de ayer. Es un video de larioja.com.


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