Sastre hila su mejor traje

Mágnifica contrarreloj la realizada por nuestro corredor entre las localidades de Cérilly y Saint-Amand-Montrond sobre un recorrido de 53 kilómetros. Los prónosticos rezaban que iba a perder la "casaca" amarilla en disfrute del Australiano Cadel Evans, pero se equivocáron.

Carlos volvió a dar otra lección de lectura de etapas, no siendo un contrarelojista puro, (más bien sería lo contrario) supo administrar a la perfección su renta que sobrepasaba mínimamente el minuto y medio.

Los primeros tiempos demostraban que Cadel no estaba para recortar grandes cosas, Menchov estaba algo más inspirado y rodaba muy rápido. Mientras tanto Sastre (que se había quedado dormido por la mañana a la hora de reconocer el terreno), salió decidido , mirando al frente, sin separar los ojos del asfalto, portando un maillot amarillo piolín que como dice Pereiro "parece que le da alas". Mostraba un ritmo regular, alegre y constante. De largo recorrido. Cada pedalada suya parecían dos de la de sus rivales. Parecía poseer una confianza extrema en sí mismo. Su padre lo había advertido horas ántes, que esto era un acontecimiento que su hijo se había ganado y no lo iba a dejar escapar.

Fue una contrarreloj épica, donde Sastre logró montener el liderato y Wim Vansevenant recuperó con 53 segundos el último puesto en la general después de una dura lucha con Bernhard Eisel. Mientras tanto, Perico Delgado nos deleito también en TVE con un debate sobre la influencia de la nariz aguileña y las orejas de soplillo en la aerodinámica ciclista.

Después de su batalla ganada contra el reloj, llegó a linea de meta (por el pinganillo ya le habían comentado su hito) y una vez allí no lo celebro con un llamativo grito , ni tan sólo un gesto de rabia, tampoco se levanto de la bici. Carlos simplemente se santiguó y envio una señal al cielo, desde ahí Dios y el Chava le han aupado a su amarillo entorchado. Fue una celebración al estilo de lo que él es: un Señor. También a la hora de enfundarse el maillot jaune
lo hizo con una tranquilidad pasmosa, sólo brindo una sonrisa pícara que demostraba la complicidad de todo un campeón. Hoy es el día para disfrutar de este deporte, de brindar con Champan la llegada a los campos eliseos. De seguir echándonos flores, ya que desde el adios de Lance, el Tour habla español. Pereiro en 2006, Contador en 2007 y ahora Sastre nos hacen dominar la ronda más importante en el panorama mundial. Y parece que el futuro va a seguir hablando castellano.

En esta edición han pasado muchas cosas, mis corredores predilectos no me han defraudado, Pereiro ha estado a un nivel alto (hasta su indicente en los Alpes), Freire ha conseguido adjudicarse el malliot verde (cosa que ningún español había echo hasta la fecha). Una decepción ha venido desde Euskaltel-Euskadi, a pesar de los grandes corredores que tenían , el fántastico Samuel, el sorprendente Amets y un batallador Astarloza, no han sabido trabajar como équipo ,han ido siempre a contracorriente y al final se han ido de vacío del país vecino. La decepción mayúscula viene de los pedales de Valverde, era el hombre llamado a ganar la ronda y finalmente se ha clasificado en un más que discreto noveno puesto. Condiciones tiene, equipo también, quizá le falte algo de cabeza y de experiencia. (Elementos que precisamente han llevado al abulense a ganar el Tour).

Sáquen el champan y brinden por estos corredores, pero habrá que guardar algo en la nevera, ya que vienen los juegos y después la vuelta dónde no podremos disfrutar con Pereiro, pero si con el resto, incluido Contador.