Feliz Navidad y ...... año nuevo

Lo primero de todo desearos a todos una ya pasada Feliz Navidad. Y un anticipado Feliz año nuevo. Lo segundo, disculparme (alguno ya me ha tirado de las orejas) por la demora en el blog. Es navidad y es normal que uno se despiste entre langostinos, sábanas y brindis.

Por otra parte lo bueno ( o malo) que tiene retrasar una entrada aquí es que el Logroñés no para, ni aunque sea en vacaciones. Cualquier día que pasa acontece momentos esperpénticos. Capítulos para el debate. Polémicos. Cuantos más días pasen, más se puede hablar. No pretendo con esto disculpar mi ausencia. Aunque quizá sí.

Y ha pasado que el Logroñés "ha vuelto hoy al tajo". En realidad sólo ocho futbolistas y con ninguna idea clara. El entreno se ha saldado con un partidillo entre jugadores y técnicos. Una pachanga de las de antes. De esas en las que sale hasta el portero a intentar meter gol. Y no me parece mal. Pero el Arnedo espera el domingo. Al menos eso dice el calendario.

Mientras tanto Sánchez sigue a lo suyo. En los juzgados, intentando evitar la quiebra. Mañana deberá abonar unos 190.000 euros o se despide del acuerdo con los acreedores de 2004. ¿Qué conlleva esto? Dos millones más de deuda. Vuelta a la situación del 2004, más lo acumulado desde entonces. Cualquier acreedor puede entonces pedir la quiebra. Y ésta se llevaría a cabo días después. Casi nada.

Además está la situación del equipo. Si los que quedan, que parecen no ser muchos, no cobran antes del domingo, no jugarán el partido. Por lo tanto descenso a Regional. Christian abandonó el barco. Pascal también. Y varios se sumarán en breves.

También ha muerto hoy Jose Luis Berrocal ex-presidente blanquirrojo en Sevilla. No es momento de acordarse de malas gestiones. Aunque las hubiese. Descanse en paz.

Y lo importante: la afición. Estos días en Logroño he tenido la oportunidad de hablar con muchos amigos y ciudadanos sobre este tema. Todos sienten lo mismo. No más humillaciones. No se pide no sufrir, que de eso ya tenemos un máster. Y no nos importa.

El aficionado blanquirrojo se siente como cuando un condenado preve el instante en el que va a caer la guillotina. O cómo un funambulista ve una ráfaga de viento aproximarse y ve que le va barriendo despacio, una mano invisible que le derribará cruel mente. El seguidor del chuta es un débil púgil en manos de un enorme rival, cuyos puñetazos empezarán a bailar en breves. Son momentos de temor y burla, burla de algo que es inevitable. O eso parece. Las desgracias y humillaciones pasan, una detrás de otra. Como cortinas de acero. Es siempre lo mismo, parece que no se puede hacer nada. Hay días en los que uno se anima y parece ver alguna solución. Pero la sombre de los impagos, de los juicios o cualquier sombra te devuelven a la cruel realidad.

El fiel y sufridor acompañante del CDL es la viva y pura resignación de un equilibrista tiroteado. Al que ya no le queda más remedio que caminar de un lado a otro del cable, con su bufanda bien enrolada eso sí, y ver cómo los demás hacen tiro al blanco con él. De momento, habrá que esperar.